El pueblo de Borja (Zaragoza) ha saltado a la popularidad
debido a la chapuza perpetrada por una anciana octogenaria de la localidad
aficionada a la pintura, que intentó restaurar, con la connivencia o indolencia de las instituciones locales, un mural muy digno
realizado a principios del siglo XX en el Santuario de la Misericordia. El resultado ha sido
tan grotesco que enseguida se ha convertido en motivo de jolgorio y ludibrio para
toda esa masa de buscadores ociosos de diversión que habita en las redes
sociales. No es de extrañar, pues basta contemplar los millones de visitas a ciertos
videos de youtube sobre niños haciendo payasadas o “frikis” que parodian a determinadas
cantantes de moda. El Ecce Homo de Borja ha alcanzado incluso dimensión
internacional y se han multiplicado por todas partes las réplicas del
esperpento representando a diversos “personajes” de actualidad. Hay en todo
ello un regodeo en lo contracultural y en lo antirreligioso, muy característico
del fenómeno banal y postmoderno que sufrimos en esta época. Y uno sospecha que
hasta hay un cierto cachondeo internacional por la incompetencia y atraso de
las instituciones locales españolas.
Pero lo más curioso es que, debido al suceso, ha aumentado
notablemente el turismo en el pueblo, que acude ansioso a contemplar en vivo
el desmán. Hasta tal punto, que los vecinos se plantean conservar la chapuza como
una saneada fuente de ingresos, y han empezado a cobrar las visitas al
Santuario. Y hasta la “autora", que entró inicialmente en depresión debido a la
repercusión del escándalo, está cambiando el chip y se propone reclamar
derechos de autor por su “obra”.
Uno, ante tal fenómeno, no puede por menos de reflexionar
sobre la ética y la estética. La estética significa la armonía de los elementos
de una composición que despierta sentimientos excelsos, esos que se exaltan
ante la belleza. La ética podría pensarse como la estética interior de la conducta.
Ambas están pues íntimamente relacionadas, y el suceso del pueblo de Borja es
una prueba fehaciente de ello.
No hay comentarios :
Publicar un comentario